Hablar de gobierno corporativo y empresa familiar suele suponer un contrasentido que pocos aprecian. El gobierno corporativo nació y fue concebido para gobernar grandes corporaciones listadas en los mercados de valores, en ningún caso para gobernar empresas familiares. De hecho, las empresas familiares debieran reclamar para si el titulo de “maestras en gobierno” pues son las instituciones de ordinario más longevas y por tanto más experimentadas y exitosas en la consecución de sus fines.
Si las empresas familiares constituyen en el Perú el 80% de las empresas existentes, debemos admitir que son la espina dorsal de la economía nacional y de la competitividad del país, por lo que su buen gobierno no es un tema de menor importancia. Algunas investigaciones recientes realizadas en las bolsas de Estados Unidos confirman además que las empresas familiares son más rentables que las no familiares. Por tanto, cuantitativamente y cualitativamente la empresa familiar merece un reconocimiento a su liderazgo en la economía nacional.
Desde esa perspectiva, no se comprende la insistencia por aplicar a las empresas familiares las normas, reglas y prácticas propias de las grandes corporaciones cotizadas en mercados de valores. ¿No deberíamos pensar a la inversa?. ¿Es decir, aprender de cómo gobiernan las empresas familiares para tratar de enseñar algo a las empresas cotizadas?. ¿Es cierto el mito de que las empresas familiares gobiernan mal?.
Las empresas familiares presentan ciertas particularidades a nivel de gobierno que es conveniente advertir, como por ejemplo:
- El presidente del directorio suele ser miembro de la familia, y por tanto, no es un profesional del gobierno.
- El presidente del directorio suele ser a su vez un cargo ejecutivo. Hay por tanto una mayor necesidad de la figura del “lead director” o director coordinador.
- Suele haber miembros de la familia que ejercen simultáneamente puestos como directores y ejecutivos o gerenciales.
- Existe una mayor necesidad de evaluar la gerencia, tanto familiar como no familiar.
- Se necesita una fluida comunicación entre directorio y accionistas o familia.
- Es más importante el consenso que la votación, como forma de adoptar decisiones en directorio. Hay pues mayor grado de colegiación.
En consecuencia, es aconsejable construir conceptualmente y divulgar nuevos modelos de gobierno, así como las prácticas correspondientes, desde la experiencia acreditada de las familias empresarias exitosas. Este será sin duda un buen modo de humanizar el gobierno de las empresas y la economía del Perú.
13/02/2019 – Carlos Arbesú
Director de la Cátedra de Empresas Familiares
PAD-Escuela de Dirección
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