Superar los retos que ha planteado la crisis sanitaria en la actividad productiva demanda una transformación que aproxime (o acelere) a las empresas hacia la Industria 4.0. Pero esta transformación, no comienza implementando herramientas tecnológicas, sino que debe iniciarse con la transformación de los líderes.
Así lo explica Edwin Chávez Zavala, cofundador de Svetlanross, quien abordó exhaustivamente el tema en un reciente webinar organizado por el PAD-Escuela de Dirección.
Chávez, quien estuvo al mando de Siemens Perú durante 14 años, precisa que cuando se piensa en una empresa que ha adoptado la transformación digital se tiene la idea de que cuenta con algún departamento tecnológico o posee herramientas digitales altamente sofisticadas. Sin embargo, precisa que en realidad la empresa se sumerge de lleno en la transformación cuando esta alcanza a toda la organización.
La situación en el Perú es variada en cuanto a adopción de la transformación digital, comenta Chávez, explicando que muchas empresas no han pasado a la etapa de la digitalización (propia de la Industria 3.0), e inclusive hay otras que están detrás. Mientras tanto, el mundo inició en el 2014 (aproximadamente) una nueva era industrial la 4.0 (ver recuadro).
La llegada del COVID-19 ha puesto en evidencia puntos débiles de las organizaciones, pero a la vez constituye la oportunidad de iniciar la transformación postergada. En este escenario, las empresas requerirán mayor resiliencia en sus redes de producción, diversificando proveedores en términos de países y empresas. Ya se está presenciando –comenta Chávez– una adecuación de las organizaciones, incorporando medidas de distanciamiento social y acelerando la digitalización.
El consultor también advierte que ante la elevada dependencia de manufacturas importadas se requieren políticas industriales que permitan a la región fortalecer sus capacidades productivas, especialmente en sectores estratégicos. Este reto demanda una coordinación de los países en materia macroeconómica y productiva, crucial para negociar las condiciones de la nueva normalidad, explica.
Análisis empresarial
Para el proceso de adecuación, Chávez anima a las organizaciones a hacer primero una evaluación que permita conocer la situación de la infraestructura tecnológica, la forma de manejar los riesgos y el dimensionamiento de la crisis sobre el negocio. En este análisis también entra la revisión de los socios y colaboradores, para saber si se cuenta con los perfiles necesarios para los retos que se tendrán que afrontar. Hay que buscar relaciones de partnership y un sinnúmero de políticas en esta época, que permitan salir de la situación complicada, explica. “Esta pandemia nos ha traído problemas, angustias, muerte, destrucción, pero también nos ha traído enseñanzas y es momento en que las empresas tienen que cambiar”, sentencia.
A nivel tecnológico, Edwin Chávez menciona algunos paradigmas en los que tendrán que comenzar a involucrarse las organizaciones, como la infraestructura para el teletrabajo, un ecosistema cloud y la aceleración de los sistemas de ciberseguridad. También indica que las empresas deben orientarse a los datos (data-driven), democratizar las soluciones de inteligencia artificial y pensar en hiperautomatización y robotización de procesos, entre una larga lista de frentes que revisar. Puedes ver el webinar completo en este enlace.
13/07/2020 - Redacción PAD
Marco histórico
Para dar una mejor comprensión del momento que vivimos, Chávez hace una reseña histórica, señalando que si hoy hablamos de Industria 4.0, es porque estamos en la cuarta revolución industrial y antes hubo tres. La primera ocurrió hacia el año 1784 (aproximadamente), caracterizada por la mecanización, gracias al invento de la turbina de vapor y al uso de la energía hidráulica. La segunda revolución se dio a partir de 1870, gracias a la producción en masa, las líneas de ensamblaje y el aprovechamiento de la energía eléctrica.
La tercera revolución se inició en 1945 apoyada en la informática, la automatización y las tecnologías de la comunicación.
A partir del año 2014 (aproximadamente) asistimos a una nueva etapa, en la que la actividad productiva toma ventaja de la computación avanzada y la robótica. Aquí entran a tallar tecnologías como Internet de las Cosas (IoT), inteligencia artificial, Big Data, Smart Data, geolocalización y computación en la nube, entre otras.
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