En nuestras facetas personal y profesional, hay que abrazar la naturaleza del riesgo, en lugar de evitarla, pues es una variable que puede sacar lo mejor de nosotros.
. En su novela “El Gatopardo”, Giuseppe Tomasi di Lamepdusa pone en boca de uno de sus personajes una frase para reflexionar: “Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie”.
. El término ‘gatopardista’ o lamepdusiano describe al político que emprende una transformación revolucionaria, pero que en la práctica solo altera aquello superficial en las estructuras de poder, manteniendo el statu quo.
. Desde el punto de vista empresarial o incluso desde una mirada de la vida propia, el ‘gatopardismo’, al rechazar la naturaleza misma del cambio, podría ser el caminobmás seguro a la mediocridad o –en definitiva– al aburrimiento.
. Somos formados para evitar la incertidumbre inherente al cambio. Y, cuando finalmente escuchamos la llamada interna, urgente y profunda de la transformación personal, en muchos casos no la seguimos por temor. Que terrible es vivir pensando en: “Más vale malo conocido que bueno por conocer”.
. Sin embargo, la naturaleza del riesgo no se evita, se abraza como una variable que, bien manejada, puede sacar lo mejor de nosotros. Como dijo Mahatma Gandhi: “Debes ser el cambio que deseas ver en el mundo”.
. Tengamos en cuenta que vivimos en un mundo impulsado por el cambio y que, por encima de los objetivos de nuestras organizaciones o de las personas a nuestro alrededor, el primer propósito a cuidar es el personal. Ello, que puede sonar egoísta, no lo es cuando este propósito es construido sobre sólidas bases éticas y morales.
. Desapego con los cargos y los privilegios vinculados a las posiciones y apego y cariño por los encargos podría ser una frase que nos lleve a aceptar el cambio en el mundo corporativo. Esa capacidad de desprenderse con afecto de la tarea cumplida con esmero y espíritu de servicio es la que, en última instancia, nos dará seguridad para optar por el cambio y nos ayudará a crecer como personas.
. Nunca digas “De esta agua no he de beber”, pues cuando menos pienses las puertas del cambio se abrirán. Entonces, será momento de recordar el tuit del Papa Francisco: “Vale más fracasar por intentar un triunfo, que dejar de triunfar por temor al fracaso”.
. A diferencia del gatopardo, entonces, ¡cambiaremos para que todo cambie!
José Garrido-Lecca
Director del área de Dirección General
Publicado en Día 1 del diario El Comercio el 21 de mayo del 2018
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