Muchos emprendedores tienen una idea genial entre manos y un proyecto completamente viable, pero fallan al momento de identificar cuándo buscar a un inversionista ángel. Toma nota.
Pueden ser la diferencia entre crecer o morir. Cuando ya agotaste la forma de financiación de un negocio conocida como las tres F: friends, family and fools (amigos, familia y tontos), y los bancos no son una opción porque consideran riesgoso invertir en una empresa joven, es cuando debes mirar a los inversionistas ángeles.
Se trata de agentes privados que, a cambio de una participación accionaria en emprendimientos en sus primeras fases de expansión, proporcionan capital y/o recursos como mentoría y acceso a su networking. El modelo es atractivo, pero encontrar a tu ángel ideal y que el financiamiento se concrete no es tan sencillo. Lo principal es el timing: saber que estás en el momento adecuado para acudir a un inversionista ángel.
No eres tú, soy yo
La mayoría de emprendedores no entiende la diferencia entre necesitar capital y estar listo para conseguir capital.
Para Alaín Elías, Director de la Red de Inversionistas Ángeles del PAD – Escuela de Dirección, “un inversionista ángel a diferencia de uno tradicional invierte en emprendimientos de alto impacto. No invierten en proyectos, lo hacen en empresas que tienen cierto nivel de ventas y que requieren capital para crecer. Además, le da al emprendedor temas de mentoría, gobierno corporativo y lo más importante: la red de contactos que posee. La idea es que el inversionista los ayude a llegar al siguiente nivel.
En un sistema donde el emprendedor es quien elige la idea y el inversionista quien tiene el dinero para hacerla realidad, no es inusual que, cuando se encuentran, no estén alineados en lo que quieren obtener de un posible acuerdo. ¿Por qué sucede esto? Porque a menudo lo que motiva al emprendedor es su necesidad de dinero para subsistir y no el hecho de estar listo para dar un próximo paso.
Cuando un emprendedor necesita el dinero, los mensajes que trasmite son:
- Necesito su dinero para salvarme de lo mal que he administrado mis pocos recursos.
- Como no puedo invertir más dinero propio, necesito el suyo.
- No he podido conseguir dinero con nadie más, así que por favor ayúdeme.
Pero, cuando está listo para conseguir un inversionista, su comunicación gira en torno a los siguientes mensajes:
- Necesito un socio que ayude a mi emprendimiento a llegar al siguiente nivel.
- Ahora que tengo control sobre mi producto, mi mercado y mis clientes, estoy listo para aceptar una inversión que me ayude a escalarlo.
- He investigado varias fuentes de capital y quiero trabajar con usted porque creo que es la opción que mayor valor agregará al negocio.
La mayoría de emprendedores falla en identificar este momento preciso, aunque tengan una gran idea y su proyecto sea completamente viable.
Lo mío es tuyo
Antes de embarcarte a buscar un inversionista ángel necesitas tener armado un equipo efectivo. Buenas ideas hay muchas; lo que los inversionistas buscan es, sobre todo, un equipo que pueda ejecutar eficientemente, que logre convertir los objetivos en realidades.
La firma Shasta Ventures estudió a 32 startups unicornio como Uber, Tumblr, Twitter, Whatsapp, Pinterest, Airbnb, Instagram, Dropbox, etc. e identificó a 78 de sus fundadores. (Un “unicornio” en el ecosistema emprendedor es una compañía tecnológica que alcanza el valor de mil millones de dólares en alguna de las etapas de su proceso de levantamiento de capital). El objetivo del análisis fue descubrir qué características compartían sus equipos y qué los hizo tan fuertes y exitosos. ¿Cómo fueron estos emprendedores? ¿Cuáles fueron sus antecedentes? ¿Qué podemos aprender de ellos?
Veamos algunas de sus conclusiones:
- La mayoría de los unicornios tienen equipos fundadores de 2 o 3 personas.
- Sus equipos demuestran principalmente habilidades en gestión de productos, experiencia de usuario, alianzas estratégicas y comercio electrónico.
- La mayoría de estos fundadores no tienen grandes títulos académicos, pues optaron por la experiencia laboral.
- El número promedio de años de experiencia profesional es de 6 años, mientras que la edad promedio al momento de lanzar sus empresas es de 29 años.
Busca a tu equipo ideal. Es una apuesta que rendirá frutos.
Bueno por dentro y por fuera
Lo que los inversionistas mirarán es tu modelo de negocio, su posición en el mercado y qué perspectivas presenta a futuro. Deberá haber pasado por el proceso de idea, validación, prototipo y entrada al mercado.
Por eso, debes estar preparado para responder preguntas como:
- ¿Cuál es tu propuesta de valor única?
- ¿Eres el primero?
- ¿Puedes defender tu propiedad intelectual?
- ¿Cuál viene siendo tu capacidad para implementar tu modelo de negocio?
- ¿Cuáles son tus fuentes de ingresos y cuáles son las principales actividades de tu empresa?
- ¿Cuál es tu estructura de costos?
- ¿Quiénes son tus socios clave?
- ¿Qué piensan tus clientes de tu producto o servicio?
- ¿Cuáles son tus requisitos de capital clave?
- ¿Para qué quieres el dinero?
- ¿Cuál es el mercado? ¿Hay crecimiento dentro de ese rubro?
- ¿Cómo está tu competencia?
- ¿Cómo generarás más ventas?
Será fundamental que cuentes con evidencia clara que demuestre que eres capaz de convertir tu visión en una realidad. El mensaje a transmitir es: mira cómo he avanzado con mis recursos; si nos unimos, nada nos detendrá.
Para demostrar esto deberás tener todos tus números en orden, saber cuánto dinero necesitas y poder justificar dicha cantidad. Ten en cuenta que, según el estudio “After analyzing 200 founders’ postmortems, researchers say these are the reasons startups fail”, más del 40% de las startups financiadas fallan porque se quedan sin efectivo. Así que no estará de más que contemples aumentar la cifra que tienes pensado solicitar como inversión.
Reglas claras, relaciones duraderas
Teniendo ya toda la información anterior, haz una lista de todos los potenciales inversionistas de tu industria —en especial de ángeles inversionistas— para buscar la forma de contactarlos.
Tienes que estar en capacidad de demostrarle que tú eres el mejor para sacar adelante este emprendimiento, que tienes la habilidad y el equipo necesarios para ello. Pero también debes estar preparado para hacer preguntas a tu potencial inversionista: ¿Cuáles son sus inversiones? ¿Están diversificadas en distintas industrias? ¿Ha realizado este tipo de financiamientos anteriormente? ¿Está dispuesto a aportar más que dinero? (Su experiencia y red de contactos es lo que más te hará crecer). ¿Qué hará si pierde su dinero? Esta pregunta no implica transmitirle inseguridad, sino necesitas saber si, en caso las cosas no salgan como lo planearon, te ayudará a reinventar el negocio.
En el Perú todavía no hay mucha experiencia en este tipo de inversiones pero lo que la teoría indica es que de un portafolio de 10 startups, 3 o 4 no van a llegar a buen puerto, otras 3 o 4 van a tener rentabilidades bajas y 1 o 2 te van a dar rentabilidades excepcionales. El inversionista ángel no solamente debe buscar rentabilidad sino que tiene que interesarle apoyar al emprendedor con cierto conocimientos de negocio, red de contactos y ayudarlo a buscar otras fuentes de financiamiento.
Así que los mejores consejos son: no aceleres el proceso de búsqueda de un inversionista ángel y, una vez que lo identifiques, pon las cartas sobre la mesa desde el inicio.
El PAD es uno de los pioneros en el mercado, en un año y medio de trabajo hemos realizado inversiones por 420 mil dólares en 4 emprendimientos y tenemos una red de 40 inversionistas ángeles.
03/07/2018 – Redacción PAD
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