A pesar de que el término ‘transformación digital’ hace referencia directa a la tecnología, el reto más grande con el que se encuentran las organizaciones al momento de su implementación es el cambio cultural. Por ello, este proceso debe contemplar, además de la tecnología, a las personas y el negocio, según explica Hugo Alegre, profesor de Dirección General (Estrategia y Transformación Digital) del PAD-Escuela de Dirección y director de RTM.
Para una adecuada implementación, Alegre divide el proceso en cinco fases.
- Visión: En esta etapa inicial, la organización debe responder, al más alto nivel directivo, qué se busca con la transformación y cómo se compatibiliza con la estrategia de la compañía.
- Pilotos: La manera más fácil de adentrarse en el proyecto es desplegando algunos pilotos de aplicaciones. Alegre indica que puede tratarse de proyectos pequeños de bajo riesgo y poco a poco ir incrementando el nivel de sofisticación. Gracias a estas acciones, de manera paralela se va forjando el cambio de mentalidad en las personas involucradas en el piloto.
- TI agile: El departamento de TI debe modernizarse bajo un esquema agile, para permitir el desarrollo de la nueva digitalización.
- Desarrollo del ecosistema: Los demás componentes que complementan la transformación deben comenzar a trabajarse.
- Roll-out: Al cabo de unos años, con cierto número de pilotos ya trabajados, es momento de la expansión de la transformación digital en la compañía. Lo que inicialmente fue un esfuerzo top-down ya se convirtió en un modo de vivir de la compañía y ahora las iniciativas de transformación tienen una dirección bottom-up.
Mindset: Aunque está señalado con énfasis en el punto 2, el desarrollo del nuevo mindset, debe correr en forma paralela desde el inicio a lo largo de todo el proceso.
Visión integral
El punto de partida de un proyecto de transformación digital es la visión del mismo. Para conseguir esta imagen con mayor claridad se puede analizar seis factores clave que darán forma al proyecto, según explica Hugo Alegre.
- Misión. La visión implica lo que se busca lograr con la transformación digital y para ello hay que partir de la misión de la organización. Es decir, hay que comprender al servicio de qué propósito se van a organizar todos los recursos. En este punto es fundamental visualizar la compañía a futuro y revisar la estrategia. Alegre remarca que no se trata de tener dos estrategias (una general y una para la transformación digital), sino que todo debe quedar unificado.
- Tecnologías disponibles. Se debe hacer un barrido de las tecnologías existentes en el mercado y aprender cómo las están utilizando otras organizaciones o países líderes en esos temas. Los criterios para seleccionar a quién analizar son el nivel de avance en los procesos de transformación y la similitud con nuestra empresa, clientes o mercado.
- Qué puede hacer la tecnología por mi negocio. Los beneficios de la tecnología se deben analizar bajo tres puntos de vista:
- De los stakeholders: Hay que analizar cómo evolucionaría el ecosistema de la organización al impactar a los diversos agentes vinculados
- De la cadena de valor: Cómo modificaría la tecnología cada uno de los procesos de la empresa
- Del cliente: Cómo utiliza o va a utilizar el cliente la tecnología. Puede resultar enriquecedor conocer las soluciones que ya emplean los clientes, a veces de forma novedosa, y aplicarlas. Eso también puede mejorar la comunicación con ese público.
- Visualizar el negocio a 5 o 10 años. Aunque pueda parecer que es un horizonte demasiado largo durante el cual las cosas pueden cambiar, hay que identificar las grandes tendencias. Una de estas tendencias es que cada vez habrá más datos que explotar. Existen datos provenientes de reconocimiento facial, identificación geográfica, ubicación de los clientes, etc. Bajo este análisis hay que tratar de visualizar cuál será la curva del negocio. Puede que el negocio actual en el futuro pierda vigencia o se convierta en un comodity, por lo que habrá que ir pensando en elementos de diferenciación.
- Cómo organizarse.Como ya se mencionó, la transformación digital no solo es solo tecnología, sino que incluye personas y al negocio. Así que hay que planificar cómo será la organización en los distintos niveles.
Acerca del liderazgo del proceso, se deben plantear quién estará a cargo. ¿Será alguien dedicado a tiempo completo a esa tarea o compartirá su tiempo con otras funciones? ¿Lo hará el gerente de marketing o el de TI?
También hay una serie de cuestiones que plantearse acerca del departamento de TI: ¿Cómo va a funcionar? ¿Se dividirán las operaciones creando un grupo para las tradicionales y otro para los nuevos proyectos de digitalización?
En cuanto a la propia organización hay que establecer parámetros como, por ejemplo, si la transformación digital se gestionará de manera centralizada y a partir de ahí se expandirá a las diversas unidades o si cada unidad contará con su equipo de transformación digital. - Cuánto invertir. La organización debe tener claro cuánto va a invertir en el proceso. Eso significa establecer un porcentaje de las ventas o del presupuesto de I+D. Es una decisión de cifras mayores y como referencia se puede tomar cuánto están invirtiendo otras empresas o industrias similares en este proceso, especialmente si son altamente sensibles a la tecnología.
La transformación digital es un proceso en el que están inmersas cada vez más organizaciones, cambiando el terreno de juego en todas las industrias, volviéndolo más competitivo. Embarcarse en este proyecto requiere de una guía adecuada, que contemple el fenómeno no solo como un proceso de incorporación de tecnología, sino integralmente, como una transformación cultural.
Puedes ver el webinar del PAD en el que Hugo Alegre aborda el tema de la implementación de la transformación digital:
https://www.facebook.com/watch/live/?v=1225088694492147&ref=watch_permalink
22/09/2020 – Redacción PAD
Commentarios con tu cuenta de Facebook